domingo, 19 de enero de 2014

EL LOBO DE WALL STREET


Me lo he pasado en grande viendo esta película. Para comenzar quisiera apuntar que tengo cierta debilidad por las películas en las que hay una voz en off narrando, y sobretodo si es en primera persona. Me encanta, me traslada siempre al Alex de La Naranja Mecánica, y por ahí empezamos bien. Pero claro, eso no es suficiente. Con la última cinta de Scorsese nos encontramos con todo un ejercicio de entretenimiento, el buen gusto y la magnífica mano del director, pero sobretodo, como no, con una feroz sátira del sistema; ver como un jovencito salido de ninguna parte puede ponerse a vender "nada" y hacerse millonario casi de la noche al día. Así es Wall Street (no me atrevo a decir "era"), donde gente sin escrúpulos pasea a sus anchas jugándose, a costa de sus inocentes (y no tanto) clientes, la pasta en bienes intangibles, en expectativas o en ilusiones.

No creo que vaya a ser muy original si digo que el omnipresente Leo Di Caprio (yo diría que aparece en el 90% de los planos de este filme de más de tres horas de duración) borda su papel. Sí, lo borda (y conste que la he visto doblada), lleva absolutamente todo el peso de la película, con unos secundarios (aquí está Leo y el resto son secundarios) que lo acompañan en una magnífica sinfonía. Una sinfonía del exceso, de delirantes excesos que hacen que uno pase de la carcajada al asombro y de ahí a la incredulidad..... y resulta que está basada en hechos reales y que Jordan Belfort existió de verdad. Dice el protagonista en un momento dado algo así como que él, en su vida, ha sido pobre y rico y que en el 100 % de los casos se queda con los momentos en que ha sido rico. O como diría Sheldon Cooper: "el dinero no da la felicidad, pero puede comprar un yate con putas; ¿alguna vez habéis visto a alguien triste en un yate con putas?", pues el chiste le viene al pelo a esta historia.

La peli se disfruta desde el primer momento, tanto de los primeros flashback hasta la conversación que tiene el protagonista con el personaje interpretado por Mathew McConaughey, donde ya se nos pone en la pista de la deriva que van a tomar los acontecimientos. Gran momento el de este actor en esos cinco minutos, con unos golpes en el pecho a ritmo de funky que pasarán a la posteridad. Dicen además que Mathew es el claro favorito de este año para llevarse el Oscar, así que imagino que Leo, que tan difícil lo tiene siempre con la Academia, tendrá que esperar, y es injusto.

La banda sonora es, como no, genial. Deliberadamente anacrónica en muchos momentos, tiene su culmen en la escena de la oficina en la que suena el "Mrs. Robinson" versión espectacular de The Lemonheads ; ) ..... memorable escena final.

Y llegan créditos finales después de más de tres horas de película y se queda uno en su butaca diciendo "y ya esta?" y pensando en que la peli y toda su trama da para al menos dos temporadas de una serie de doce capítulos de gran calidad y que es una pena que sea así, pero una alegría poder disfrutar de ratos como el vivido.

Y lo a gusto que sale uno del cine...


Trailer:


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