lunes, 8 de marzo de 2010
AVATAR
Partamos de la base de que esta (esperadísima por muchos) película no es de Ingmar Bergman. Ya sabeis, se trata de entretenimiento puro, lo mismo que montarse en una montaña rusa. Quien pretenda hacer creer que Avatar constituye un cambio de ciclo en la historia del cine creo que se puede equivocar. O no. Tenemos que recordar "Parque Jurásico"; la cinta de Spielberg significó un antes y un después en el uso de efectos especiales, a cargo de la ILM. "El Señor de los Anillos" vino a darle una vuelta de tuerca más, y ahora se nos presenta el cine 3D como el anticipo de lo que va a ser lo común en el cine de un futuro cercano. Pero lo cierto es que el alma del cine no son precisamente los efectos especiales, eso es un envoltorio, auqnue en este caso es la esencia pura del film. Y la verdad es que la experiencia del visionado de la película es más que satisfactoria. Tiene un lógico handicap (que no por estar sobreavisado fue menos desagradable para quien suscribe) y es que hay que ponerse gafas, y claro está, las gafas son estandar, y si no se adaptan bien a tu cara te aguantas. Pero sinceramente para mi lo fundamental no es el propio efecto tridimensional, que está muy logrado, sino la nitidez de la imagen, que es magnífica.
El argumento de la historia no tiene nada de novedoso. Quien haya visto "Bailando con Lobos" sabrá a que me refiero. Quitas la llanura y pones la frondosa Pandora, quitas a la caballería yanqui y pones a los marines y sus espectaculares naves y quitas a los indios y pones a los Na´vi (que por muy azules y enormes que sean son.. indios) y tendrás dos películas muy similares, demasiado, argumentalmente. Si a ello le añadimos una pizquita de "Braveheart" ya tenemos todo el coctel servido. No será por dicho argumento por lo que se recuerde a esta película.
Por otro lado tenemos el paralelismo entre la invasión de Iraq y los recursos petrolíferos del Golfo y la esquilmación de Pandora para hacerse con el valiosísimo recurso energético que guarda en su tierra. Parece que al conservador público usamericano no le ha importado mucho está clara crítica a la Administración Federal, ¿por que?, por lo que decía más arriba, porque con lo que uno se queda de esta peli es con el entretenimiento, sin más pretensiones. La moralina medioambiental planea también durante todo el metraje.
Respecto a los personajes poco hay que decir pues no dan para mucho. Por primera vez he quedado sorprendido con la técnica de motion capture pues los movimientos están detallados al milímetro. El malo de turno es es prototípico coronel malote grillado, chusquero y pesado, que tampoco será recordado en ambientes cinéfilos futuros.
Finalmente la música, una delicia, potente cuando debe ser, lírica en los momentos precisos. Rozando el sobresaliente para mi gusto.
Y ahora llega la Academia y le hace una pedorreta a Cameron. Ni director (le han dado el Oscar a su ex, eso es peor que darle la custodia de los niños...), ni película, ni montaje, ni sonido, ni música, ni ná, eso sí, van y le dan el premio a la mejor fotografía cuando le han dado el premio por mejores efectos visuales, manda webs, mejor fotografía a una película 90% digital... la Academia. Yo pensaba (y me reafirmé al salir de la sala, unas horas antes de la entrega de premios) que iban a lloverle calvitos dorados a Cameron y que ello sería un empujoncito más a la industria cinematográfica norteamericana, pero me equivoqué. Aunque la verdad, a la película más taquillera de la historia del cine no le hacen falta esos empujoncitos, ella y su espectáculo visual se empujan solas.
TRAILER: http://www.youtube.com/watch?v=6zyoMIUhzZc&feature=PlayList&p=515260F9211C858B&index=2
Suscribirse a:
Entradas (Atom)