miércoles, 8 de diciembre de 2010

LOS OJOS DE JULIA (o el arte de Guillermo del Toro de sacarle la pasta a incautos como yo)


Entrada: 5'50 €; Palomitas y cocacola medianos: 4'00 €; Parking: 4'20 €; Insistir en una conducta masoquista durante unos 100 minutos en lugar de mandar a tomar por culo la proyección tras los primeros 15: no tiene precio, bueno sí: 13'70 € y dos horas de mi vida perdidas.

Efectivamente amigos, la película me ha parecido una puta mierda. Lamento expresarme en estos términos pero es lo que siento. Mi mujer sabe que cuando veo algo (normalmente en la tele) que no me gusta por bodrio, por mal interpretado, por exagerado o por tramposo, me pongo de los nervios y puedo llegar a maldecir en voz alta; bien, pues esa sensación la he tenido esta tarde en el cine. Sabía que no iba a ver un peliculón de categoría, pero no me imaginaba tamaña mierda de la envergadura de la catedral de Burgos. Yo iba con la intención de entretenerme un rato y he salido de mala hostia. Tenía la inevitable referencia de "El orfanato", que al menos entretiene, y hasta puede llegar a sobrecoger (o literalmente a dar canguelo, sensación que viendo películas de género se agradece -otra vez masoca-) pero es evidente que la decepción ha sido mayúscula.

Si, queridos amigos, D. Guillermo del Toro esta vez nos ha dado coba (o mejor dicho, me la ha dado a mí). El mismo Guillermo del Toro que producía la más que notable "El laberinto del Fauno" ha querido estirar el exito y seguir monetizando "El orfanato" y nos ha obsequiado con una pésima película, donde uno no sabe que es peor si el guión, si la dirección, si el montaje (¿es suspense de verdad esto?)o si las interpretaciones. Belén Rueda me sorprendió gratamente en "Mar adentro", no me disgustó en la peli de Bayona pero aquí, haciendo un mal calco de aquélla interpretación he de decir que está para tirar de la cadena.

El argumento es de pena, ridículo, el que quiera ir a verla (bajarse ilegalmente no debería ni siquiera ser delito, pues en la propia acción está ya la penitencia) que deje de leer ahora, pues toca destripar: ¿realmente es mínimamente serio que la justificación del psicópata de turno sea por un complejo de hombre invisible? Mira que hemos visto cosas raras (hasta la fotofobia de "Los otros" me parece en comparación brillante), pero esa gilipollez que lleva al killer a cargarse a mujeres que recuperan la vista pues es con las ciegas con las que se encuentra a gusto es para mear y no echar gota.

Los últimos 15 minutos son de vergüenza ajena. Os prometo que me daba la sensación de estar viendo la típica americanada dirigida a público con acné, absolutamente previsible y copiando descaradamente efectos ya manidos en películas de este tipo. Ejemplo (vuelvo a destripar): en una de las escenas finales en las que la protagonista le da un buen viaje al malo malísimo, en lugar de salir por piernas, ella alarga su mano hacia el cuerpo de su contrincante y ¡tachán! éste salta como un resorte cogiendo del cuello a la insensata de Julia. Cágate lorito.

Ni la música, ni siquiera la fotografía, y mira que había localizaciones que no estaban mal escogidas, se salvan. Todo muy tomado con alfileres, como si les hubiera cogido el toro (nunca mejor dicho) en el periodo de rodaje y postproducción.

Hasta el trailer es malo: http://www.youtube.com/watch?v=6IGiYMSRe0g

En fin, que me arrepiento, debí haber ido con mi familia a ver "Megamind", lo reconozco...