sábado, 22 de octubre de 2011

TENTACION EN MANHATTAN



No hace falta ir al Circo del Sol para poder ver malabaristas, esta claro. Podemos verlas (y verlos) todos los días con el simple gesto de mirar a las personas que nos rodean. Malabaristas en un sentido u otro. Esta película habla de una malabarista muy común, y por común precisamente es por lo que suele ser, en términos generales, probablemente poco valorada, o al menos no valorada en su justa medida. Trata en esencia de una madre, de una mujer trabajadora, apasionada por su trabajo, por su estresante y dedicadísimo trabajo, pero que es ante todo la madre de sus hijos, y eso en el mundo actual no es fácil. Pero superwoman no existe (¿o sí?) y lo normal es que surjan fisuras por un lado u otro: fisuras con sus hijos, con su marido, con sus amigas, con su propio trabajo... fisuras. Y lo importante es darse cuenta de que tiene que haberlas, el problema no es que las haya, que haya momentos dificiles, el problema es no saber taparlas, no poder sortear en definitiva las dificultades.

Pero no nos olvidemos que esta peli es una comedia romántica. Yo lo sabía. Lo sabía incluso cuando mi mujer, en un magnífico ejercicio de sutil persuasión, me dijo eso de "salen unas imágenes muy chulas de Nueva York"... y claro, por ahí me "trincó". Sepan los lectores que la pelicula se desarrolla en Boston... jejeje, y bueno, hay ciertos viajes de negocios a la Gran Manzana y como dos o tres panorámicas de Manhattan, ya está. Ahí me la coló, pero he de reconocer que no estuvo mal. Desde luego se trata de una peli para alquilar y ver tranquilamente en una tarde/noche de invierno, en el sofá, pero también es un filme en el que nos podemos ver identificados todos, de una u otra manera.

No me han gustado las interpretaciones, pero es que el guión no daba para mucho más. Creo que Pierce Brosnan está especialmente casposo (y mayor), y además el doblaje no es de los mejores, desde mi punto de vista. Con ese perfil no podemos decir que Brosnan sea una especial "tentación" para la casada S.J. Parker, como nos pretenden hacer ver.

Es además la típica película en la que los momentos musicales podrián haber tenido cierto protagonismo, pero no se aprovechan, salvo en la pieza de los créditos finales.

La historia de una malabarista, en definitiva, una más de todas las que nos rodean y a las que no les agradecemos lo suficiente sus esfuerzos. Así que si hay alguna (o algún) malabarista que me pueda leer, desde aquí le quiero decir, simplemente, GRACIAS.

Trailer: http://www.youtube.com/watch?v=3LEz7QhLwBY

domingo, 25 de septiembre de 2011

EL ARBOL DE LA VIDA (diálogos con Dios de ida y sin vuelta)


Escribo esta "crítica" casi veinticuatro horas después de haber visto la peli de Malick. Os aseguro que de haber podido escribirla mientras veía la película el tono de la misma habría sido distinto al de ahora. Pero ahora el film ha reposado, ha quedado en mi memoria a corto plazo, ahí tranquilita, cocinandose a fuego lento. Ayer pensaba que podían ocurrir dos cosas: la primera era que para disfrutar y entender esta película había que estar preparado; no me refiero a tener un doctorado en filosofía, pero al menos tener una introducción de base de lo que se iba a ver y contar y, por qué no, tener una base filosófica o teológica importante. La segunda era que el autor se estaría meando de la risa pensando en la cara de gilipollas que se le iba a quedar a los espectadores cuando vieran en qué habían invertido su tiempo y su dinero. Hoy no pienso así.

He de reconocer que le sobra metraje, y concretamente para mi gusto el pasaje pseudodocumentalistico en el que partimos de la creación del universo hasta la llegada del ser humano. Es simplemente irritante, y eso que las imágenes que se nos ofrecen son de una belleza desmesurada, pero claro, me lo pones en el Imax de un museo de ciencia y termino aplaudiendo, pero ahí, enmedio de esa peli no. El esfuerzo megalomaníaco de Malick cae en saco roto. He leído ciertas comparaciones de esta obra con 2001 de Kubrick. El gran Stanley es mi debilidad, ya lo sabeis muchos, y sin embargo no tengo a 2001 entre mis películas favoritas, entre otras cosas porque me aburre soberanamente en ciertos pasajes, lo reconozco. Pero Kubrick, con una elipsis de millones de años (la famosa imagen del hueso volando y convirtiendose en una nave espacial que se mueve al ritmo de Strauss) soluciona "eso", la evolución, en diez segundos. Malick sin embargo nos martiriza con esa sucesión de bellas imágenes salpicadas de aisladas plegarias a Dios por parte de la protagonista con su voz en off. Y uno piensa en ese momento que le gustan las pelis lentas pero que quedan dos horas por delante y que como siga así va a ser infumable. Piensa si no se trata de una especie de broma como cuando expusieron en un museo de arte moderno un cuadro "abstracto" pintado por escolares de tres años y la gente empezó a alabarlo y a darle múltiples significados. Y ves como desfilan una, dos, tres, cuatro personas buscando la salida o el cambio de sala ahora que aun están a tiempo. Pero todo acaba, dinosaurios incluidos.

La metafísica está reñida con el cine, yo lo creo firmemente, y a las pruebas me remito. Pero es verdad que luego la peli remonta. No deja de ser un recorrido por la vida de un hombre, ese Sean Penn que echa una mirada atrás, a su infancia, un continuo flash back en el que nos muestra como efectivamente el niño es el padre del hombre, y cómo influye tener por padre a un cretino frustrado e infeliz por mucho que tengas a una madre dulce y protectora a tu lado. Y continuamente esa madre, con frases cortas, con pequeños latigazos al aire, va haciendo preguntas a Dios; esa madre que ha perdido a un hijo, ella pregunta en voz alta y todos esperamos que Dios conteste, que Malick nos muestre la respuesta, y la respuesta está en cada uno de nosotros, seamos o no creyentes. El sentido de la vida, nada más y nada menos.

La música es magnífica, música clásica que hace que algunos momentos pasen de ser meros tostonazos a imágenes hipnóticas. Y es que el regusto que le queda uno al día siguiente de ver esta película reside sobretodo en eso, en el recuerdo de unas imágenes de una bellísima factura. Me quedo decididamente con una de las secuencias finales, esa onírica secuencia de la playa, en la que confluyen tantos personajes. Y me quedo con ella por su ternura, por su delicadeza y por su buen gusto.

Desde luego es una película que no deja indiferente a nadie, eso es indiscutible. Pero en fin, hasta mejor ver.

Trailer: http://www.youtube.com/watch?v=oEZVXhMpGBo

domingo, 15 de mayo de 2011

MIDNIGHT IN PARIS (o “cualquier tiempo pasado fue mejor”)


He de reconocerlo, cuando se trata de Woody Allen pierdo objetividad de manera evidente. Me gustan las pelis de este genio desde el minuto 1, desde que empiezo a ver los créditos, siempre los mismos en tipología, y a escuchar la música que los acompaña, casi siempre una melodía con tono optimista. Desde “Match Point” no considero una película de Allen como “un peliculón”, pero su último filme también me ha gustado mucho. No es lo que yo llamo un peliculón, como digo, pero es una cinta sencilla, agradable de ver, hecha con gusto, de las que apetecerá revisar en el futuro, seguro.

De entrada le agradecí al bueno de Woody que, en los primeros planos donde hacemos un maravilloso paseo por el Paris actual, pusiera al descubierto el secreto mejor guardado de la ciudad del amor: allí siempre llueve… ¡es cierto! Siempre llueve, y sin embargo siempre se nos muestra una París soleada, ciudad de la luz por excelencia. Lluvia y amor se conjugan de forma magistral en esta cinta, en los momentos precisos. Y es que nos encontramos ante una maravillosa comedia romántica, nada que ver con las americanadas con la Jennifer Aniston de turno. Comedia porque los diálogos están plagados de momentos en los que no solo se esboza una sonrisa sino en los que directamente uno suelta una gran risotada, centrados sobretodo en la figura del protagonista, alter ego más que evidente del propio realizador… un “poquito” más joven, más alto, más guapo y más rubio, pero con la personalidad de Allen transfigurada en aquél. Owen Wilson borda su papel (y decir esto sin ver la versión original es siempre arriesgado) y nos hace olvidar (salvo por el propio doblaje, que es el habitual) al simpático payasete de las comedias de los hermanos Farrelly y cia. Y romántica porque, aunque la peli trata en esencia de la búsqueda de un escritor de su inspiración en sus propias fuentes, de las que ha bebido siempre, y de un modo tan directo como conviviendo con ellos en un “viaje” (en el sentido figurado -¿o no?- de la palabra) directo al París de los años 20, nos muestra una tierna relación de amor, cómo éste llama a la puerta del protagonista sin nisiquiera buscarlo, y como enfrenta sus sentimientos por una persona a todas luces ideal e imaginaria con los que tiene respecto a la que se supone que ha de ser la mujer de su vida, con la que, según las reglas no escritas de la vida, va a casarse y reproducirse, con todas las bendiciones sociales. No digo más por no destripar, algo muy habitual en mis cometarios como ya sabéis mis cientos de miles de lectores….

En esta película se nos muestra algo con claridad, y es que cualquier tiempo pasado fue mejor. El inconformismo natural de cada generación respecto a su presente y la idealización de tiempos pretéritos. El paseo por el París de los años 20 es magnífico. Nos encontramos con unos jóvenes Scott y Zelda Fitzgerald, Hemingway, Cole Porter, Picasso, Dali, Buñuel… una pandilla, vamos… el protagonista está encantado en compañía directa de sus ídolos y encuentra en ellos la inspiración que en el insípido siglo XXI y en las comodidades de Beverly Hills nunca le llegaba. Y lo que quiere es vivir en una buhardilla de Montmartre, y es que es un bohemio… un raro para sus contemporáneos. Pero lo cierto es que en los años 20 nos encontramos con la crítica social contemporánea, y se hacen referencias al Paris de algunas décadas antes, ese Paris con Degas y Toulousse Lautrec en Pigalle, quienes a su vez añoran épocas pasadas… siempre con esa estúpida manía de ver lo bueno de lo pasado y lo malo de lo presente.

Allen está enamorado de París, se le nota, y enamorado además de ese París de los años 20; enamorado de los románticos que se empeñan en pasear bajo la lluvia y disfrutar de ese momento mágico. Y esa magia nos la transmite a la perfección.

Película más que recomendable por tanto, y que deja un regustito muy bueno en el paladar.

Trailer: http://www.youtube.com/watch?v=4w0sTMV0eYA

sábado, 26 de marzo de 2011

GNOMEO & JULIETA


A ver, se supone que esta es una peli para todos los públicos, es decir, para niños. Bien, pues no se quien ha tenido la brillante idea de hacer una adaptación de "Romeo y Julieta" utilizando gnomos y otros ornamentos de jardín como protagonistas. Es como si alguien hubiera estado empeñado en sacar un spin off del gnomo viajero de "Amelie" y hubiera pensado "Gnomo? Gnomeo... y Julieta, ¡claro!". ¿Por que digo esto? Pues primero porque es cierto que la imaginación de los guionistas, productores, etc... es de lo más amplia e inesperada, pero bueno, que la idea de utilizar "muñecos" inanimados que cuando no son observados por los seres humanos cobran vida ya está un poquito manida.... que vamos ya por Toy Story 3 por favor... Y segundo porque pese a que la intención a lo mejor es buena (seamos bienpensados) no debemos olvidar que Romeo y Julieta es un dramón de categoría... y para hacer una adaptación hay que seguir ciertos pasos obligados, y claro ahí es donde entran en juego frases como "lo nuestro es una locura", "nuestro amor es imposible", "tendremos que ocultarnos de los nuestros para vernos", etc... ¿Entiende un niño de 5 años que haya dos personas que se quieran y no puedan demostrarlo abiertamente por prejuicios familiares ancestrales? Creo que no.

Vamos, que el envoltorio es para niños pero el contenido, salvo el happy end (no creo que esté destripando en demasía al anunciarlo), es para al menos mayores de 12 años. Para los más mayores aún, los que pueden comprender y disfrutar de la temática de los Capuletto y los Montesco, todo el rollo de los gnomos y demás figuritas será pueril; para los niños chiquititos la temática será en gran medida incomprensible.

Si hay algo con lo que yo al menos he disfrutado ha sido con la música. Magníficas canciones clásicas de Elton John y no se si algún otro contemporáneo suyo, pero muy bien colocaditas todas y que al menos han hecho que un papá cansado no se duerma en su asiento.

Fui al cine con mis dos nenes, con mi sobrina Carla y con mi hermanito mayor... antes de entrar le pregunté: "oye Kim, ¿hace cuanto que no ibamos tú y yo al cine juntos?" Su contestación: "Fue "E.T." ¿no?", jajaja.

Trailer: http://www.youtube.com/watch?v=y85NeNJIva4

domingo, 20 de febrero de 2011

CISNE NEGRO


Dicen que el cine sin la música no es nada. Yo no estoy del todo de acuerdo. Eso sí, hay que reconocer que un buen acompañamiento musical en ocasiones es esencial en una película. A veces con la música se nos transmite más que con las palabras o con los gestos. No es el caso de esta película, pues las interpretaciones son aceptables, incluso notables (de hecho dicen que Natalie Portman ya tiene pensado en que repisa de su casa va a colocar su Oscar), pero he de reconocer que en pocas ocasiones he podido sentir como la música era un protagonista más. Pero claro, no soy objetivo, se trata de "El lago de los cisnes" y yo siempre me he derretido con esta obra de Tchaikovski. Si no recuerdo mal al final de Billy Elliot, cuando éste ya es adulto, suena la parte más famosa de esta obra, creo que desde entonces me cautivó.

Esta película es angustiosa, hay que reconocerlo. Siempre que se trata el tema de los problemas mentales se transmite angustia. Y no pretendo decir que la protagonista esté loca, no, digo que se nos describe un mundo en el que la obsesión, la envidia y los celos están presentes en cada momento, como ocurre en esta compañía de danza. Si a ello le unimos el hecho de que el director, con mejor o peor criterio (depende del gusto del espectador) ha decidido rodar cámara en mano, con la sensación de realidad y caos que de ello se deriva y además juega con el espectador a confundir sobre lo real, lo imaginario o lo soñado, pues tenemos un cóctel que puede ser muy del gusto de los amantes del thriller psicológico. Y es ahí donde para mí tiene una importancia fundamental la música, por la fuerza que transmite, porque permite hilar las escenas, porque le da el ritmo al film para evitar al espectador estar angustiado en todo momento; de hecho podríamos decir que la dulcifica. Esta Odette particular se enfrenta a los tres personajes secundarios, al profesor y coreógrafo, a su "rival" en la compañía y a su madre; es en el caso de ésta última donde entendemos el por qué de la personalidad de Nina, nos imaginamos de donde provienen todos sus fantasmas. Cisne blanco y cisne negro, una dualidad que da mucho juego.

En definitiva, me ha gustado, creo que es recomendable y sobretodo es una película que hay que ir a "disfrutar", si se me permite la expresión, a una sala de cine.


Trailer: http://www.youtube.com/watch?v=uPnB_Bjh5fo

viernes, 28 de enero de 2011

MAS ALLÁ DE LA VIDA. Los genios también pinchan.



He de confesar que después de ver el trailer lo más atractivo de esta película era que estaba dirigida por el Sr. Eastwood. El viejo Clint se ha ganado, merecidamente, una gran reputación como cineasta, pues su genérico encasillamiento como actor (puentes al margen) no será de lo más recordado para la historia del cine. Y por eso he ido esta noche a ver su ultimo film. Sin embargo, si no me dicen que es de Eastwood ni que lo produce el mismisimo Spielberg (otro genio... de la dirección y del marketing, claro) y me dicen que es la película que ponen el domingo a las cuatro de la tarde en Antena 3 me lo creería absolutamente.

He escuchado que es una película de terror, en la linea de "El sexto sentido"... nada que ver. Es un dramón. En la película de Shyamalan la gente estaba cagada en la sala; en esta puede tener el corazón encogido o incluso soltar alguna lagrimita, pero por mucho que haya contactos con los muertos no es ni de lejos una película de terror o un thriller (nunca he sabido bien la diferencia, si es que la hay).

Pienso que la mano del director no se nota, lo digo sinceramente y alguno de mis centenares de miles de lectores me podrá criticar por ello o rebatir mi argumento, y creo que gran parte de culpa la tiene el montaje. Me da la sensación, a lo mejor me equivoco, que hay mucho más material rodado y que han tenido que montarla así para no perderse con cuestiones científicas o meterse de lleno en las posibilidades de contactos con el mas allá. En ocasiones la película se aturulla, y no teniendo un ritmo frenético ni mucho menos va más rápido de lo que debe ir, dejándose muchas cuestiones en el tintero. El tratamiento de la relación de Damon con la verdadera protagonista de la historia, la chica francesa, es precipitado y carente apenas de sentido (justo lo contrario que ocurre con Damon y su compañera de curso de cocina... con muy poco nos dice mucho en los últimos planos juntos).

Hay especialmente una escena, la del protagonista haciendo una lectura (sensorial) con Marcus, el niño, que me parece especialmente desafortunada. No digo más por no destripar, pero ¿recuerdan a Oda Mae Brown, de "Ghost"?, pues más o menos...

La música, quitando los pasajes opérísticos en las clases de cocina (suena raro ¿no?) es insustancial, unos acordes de guitarra que se repiten sin cesar y que transmiten bien poco.

En definitiva, una peli flojilla que bien puede dejarse su visionado para cualquier tarde/noche aburrida a través del dvd, e incluso ni eso.

Trailer (ingles): http://www.youtube.com/watch?v=dal7PJotEKo