lunes, 7 de marzo de 2016

AVE CESAR

Haré un reseña muy breve: la película no me ha gustado, de hecho me ha decepcionado.

¿Ya? Bueno, supongo que tendré que explicar algo más. Cuando decidí ir a ver esta peli, de la que no sabía nada en absoluto, lo hice con la tranquilidad de que iba a ver una obra de los hermanos Coen. Normalmente, para mi, los Coen son garantía de buenos trabajos. Están llenos de sátira, ironía, humor negro, y me encanta, pero lo de Ave Cesar no termino de pillarlo, porque hay momentos en los que roza el ridículo. La parodia de la parodia. De ahí la decepción. Y eso que la escena inicial, en el confesionario, mi pareció magnífica.

El marco era de lo más sugerente: la película se centra en el Hollywood de mediados de siglo pasado, cuando los grandes estudios apostaban a caballo ganador y repetían la fórmula que en algún momento les había supuesto una especie de gallina de los huevos de oro (hoy siguen haciendo lo mismo pero con menos glamour). Y a veces el caballo ganador (que no siempre lo era, y algunos estudios se fueron a pique por ello) era el peplum, las pelis de romanos. La cinta de los Coen nos sitúa ante un ejecutivo de un estudio que está filmando una de esas películas de la época de Jesucristo, un ejecutivo que se dedica básicamente a sacar las castañas del fuego de sus estrellas. La trama se centra en la desaparición del protagonista de la película "Ave Cesar", interpretado por George Clooney (que ya cansa) y de paso se nos muestran pinceladas de otros asuntos en los que tiene que mediar este ejecutivo, Eddie Mannix, interpretado con solvencia, eso si, por Josh Brolin.

Creo que podría haber sido una magnífica serie televisiva, y como película, para quienes tengan conocimiento de todo lo que rodeaba el star system de los años 50, ese Hollywood irrepetible, seguro que la disfrutarán a tope, pero a mi no me llegó. No terminé de enterarme de que iba a acabar, me cogió por sorpresa, y no me quedó claro en qué parte en concreto se ironizaba de manera inteligente o simplemente se recurría a un gag de lo menos original, y eso es grave. Tal vez la culpa es mía, o tal vez es de los Coen.

Hermanos Coen, rodasteis El Gran Lebwosky, vosotros podeis hacer algo mejor.

Trailer: