martes, 24 de octubre de 2017

BLADE RUNNER 2049




Aviso a navegantes: esta crónica carece absolutamente de interés crítico-cinematográfico... bueno, como casi todas las anteriores.... Pero lo cierto es que fui a ver esta peli la semana pasada y me encantó. Aquí podría acabar, diciendo que me gustó mucho y que recomiendo ir a verla, pero yo soy de enrollarme, así que al menos daré un par de apuntes de las cositas que más me gustaron.

Hay que partir del hecho que Blade Runner, la original, es una película que me gusta mucho. Y es curioso porque yo vi esa peli en el año 1994, en una cinta VHS de pésima calidad, tomada prestada de la biblioteca de la Base Aerea de Morón, donde cumplía con mis obligaciones para con mi patria. La calidad de la cinta, como digo, era detestable y eso influyó en que me quedara en un "ni fu ni fa". Años después me hice con una magnífica edición especial en DVD y empecé a disfrutar de la cinta como era debido.

La película original de Riddley Scott nos dejaba con la incógnita de si Deckard (Harrison Ford) era o no un replicante, uno similar a los que él mismo tenia que dar caza. El montaje final que se hizo años más tarde no deja, para mi, lugar a dudas de la respuesta (que no daré, en todo caso). En este film nos encontramos a otro blade runner, encarnado por Ryan Gosling, que tiene una evolución inversa a la de Deckard, a mi modo de ver. Es cláramente un replicante pero a lo largo del filme nos embargan las dudas sobre ello. El caballo de madera de hoy nos lleva al unicornio de la cinta original, y queremos hacer paralelismos. Cada cual que llegue a sus conclusiones, yo me reservo la mia.

Me gustó mucho la peli porque me hacía sentir que estaba viendo realmente una secuela de la original, pero sin solución de continuidad. Y crear un ambiente particular más de 30 años después de la cinta inicial no es fácil; lo fácil es caer en la utilización de efectos y técnicas cinematográficas actuales, con salvedades. Sin embargo pensaba que de haber visto BD en los 80 en un cine mis sensaciones habrían sido justo las que estaba viviendo en ese momento.

La trama, la fotografia, las maquetas, la direccion artistica, ¡la música!.. ¡todo!, todo me llevaba a la película anterior, haciendome disfrutar de ambas en una especie de maravilloso vals anacrónicamente acompasado.

En definitiva, de esas pelis que uno sabe que cuando salgan a la venta tendrán un hueco en la estanteria de casa.

Tariler: