jueves, 15 de agosto de 2019

ERASE UNA VEZ EN... HOLLYWOOD

Decepcionante.

Resumo así lo que será una breve reseña de la que para mí ha sido el estreno más esperado de este año. No me gustó el trailer, pero pensaba que justo por eso la película solo podía ganar, estábamos hablando de Mr. Quentin Tarantino, de "Dios".

El comienzo de la película ya me hizo tragar saliva, con ese cine en 8 milímetros tan raro. Se trataba de "cine dentro del cine" y Tarantino llevaba la batuta, podía ser delicioso el resultado, y la verdad es que el mismo ha sido una película mediocre, de medio pelo, que podía haber firmado cualquier director a sueldo. Y me duele decir esto, que conste, porque no suelo ser demasiado objetivo con Tarantino (¡a mi me gustó Death Proof!).

El bueno de Quentin me ha recordado con esta película a Curro Romero, el diestro de Camas, capaz de pasar desapercibido durante toda la corrida para, en un momento dado, dar un par de muletazos, un natural y un pase de pecho y poner en pie al tendido. Hay momentos magníficos, pocos, para mi gusto, pero los hay, como cuando Rick Dalton (Leo Di Caprio) se encierra en su caravana y empieza a maldecir, en un crispado monólogo, fruto de lo que él consideraba unas tomas funestas en cierto western. Eso si, Di Caprio genial, para variar; el papel de Brad Pitt, sin embargo, no deja en buen lugar al actor, que a mi me ha parecido un calco (salvando las distancias de los roles en una y otra película) del Teniente Aldo Raine, de "Malditos Bastardos". Poca chicha con su personaje, Cliff. Veo al final eso de "escrita y dirigida por QT" y pienso "¿realmente ha escrito este guión él íntegramente?"

No he terminado de entender el por qué de esa mezcla entre realidad, neo-realidad y ficción y el uso y abuso de los efectos especiales para introducir a los actores de esta cinta en otras de culto de los años 60. No entiendo por qué usar la historia de Charles Manson, su "Familia" y el escalofriante asesinato de Sharon Tate como parte del leit motiv, excusa, mcguffin o lo que sea, de la película, cuando lo realmente importante es la vida de las estrellas de Hollywood, sus carencias en esas celdas de oro de Beverly Hills y sus frustraciones. A lo mejor es que no he entendido la película, simplemente, ojalá sea eso y haya algo más que alguien me descubra algún dia.

Lo de los cameos (curioso el del malogrado Luke Perry) se parece cada vez más a Santiago Segura y sus Torrentes, más de la mitad, siendo generosos, son absolutamente innecesarios.

Hay algo, sin embargo, que nunca falla en las cintas de Tarantino (toco madera) y es la música. Le entran ganas a uno de estar "shazameando" durante toda la peli para, una vez en casa, buscar algunas de esas piezas y disfrutarlas de nuevo. Con esa sensación positiva me quedo, al menos...

Voy a poner en mi home cinema ahora mismo "Kill Bill. Vol. 1", yo no me puedo acostar así.

Trailer: