miércoles, 22 de noviembre de 2023

LOS ASESINOS DE LA LUNA

Cuando un director mítico como Martin Scorsese anuncia el estreno de una película se para el mundo, o mejor dicho, debería pararse. Esto puede acercar al lector a las expectativas que yo personalmente me creo en ciertas ocasiones, y este estreno no era una excepción. Y no puedo hablar de decepción porque "Los asesinos de la luna" es una buena película, de bella factura, buenos actores y gran dirección artística (volvemos a los decorados de toda la vida, al cine de la vieja escuela), así como una fotografia más que aceptable en general y brillante por momentos: Pero pese a eso creo que el gran Marty ha dejado pasar una bonita ocasión de hacer algo más grande.

Los ingredientes argumentales además eran muy buenos: una tribu india de Oklahoma, los "Osage", descubre que bajo sus tierras hay innumerables yacimientos de petróleo, por lo que empiezan a explotarlos y se convierten en millonarios, de modo que los jovenes muchachos de raza blanca de poblaciones cercanas comienzan a mostrar especial interés por las muchachitas osage casaderas... Hasta ahi todo normal; pero lo cierto es que tras los matrimonios comienzan a producirse muertes de algunas de estas jóvenes, la mayoria por causas aparentemente naturales o lamentables accidentes o supuestos suicidios, y ello provoca una investigación que conllevará ciertas consecuencias, y hasta ahi puedo leer.

El hilo conductor de la historia nos viene dado de la mano de Ernest, personaje una vez mas brillantisimamente interpretado por Leonardo Di Caprio, quien contrae matrimonio con Mollie, una joven osage que ve como sus familiares fallecen en extrañas circunstancias y toma cartas en el asunto. 

¿Y por qué digo que no me ha terminado de convencer la peli pese a ser un filme bien elaborado? Pues porque creo que le falta chicha... primero porque para contar lo que cuenta no hacen falta tres horas y media, y en ocasiones reitera y reitera la misma idea, y se hace larga y un tanto pesada, me atreveria a decir; y segundo, porque creo que la película se diluye en un film de investigación (son los albores del FBI), y pasa de lado, a mi modo de ver, de la cuestión nuclear del asunto: la lucha de clases, el racismo (y hablo de racismo en una sociedad donde el indio es el potentado y el blanco es el currito de turno, y sin embargo late el sentimiento de supremacìa racial caucásica), la pura ambición y el materialismo.

Como decía antes, Leo Di Caprio está sensacional, para variar, y sin embargo el papel que le toca interpretar a Robert De Niro nos deja un poco igual, no es un personaje al que uno esté deseando ver, pese a ciertas sutilezas de su forma de actuar. Lo hace bien  (¿cuando De Niro está regular o mal?), pero creo que al personaje le falta poso.

En cualquier caso se trata de una peli correcta, bien hecha, bien contada, algo larga y que creo que no estará en el top 5 (nisiquiera top 10, me travería a decir yo) de las películas dirigidas por el gran Martin Scorsese.

Trailer:



lunes, 24 de julio de 2023

OPPENHEIMER

Oppenheimer. Reconozco que me sonaba vagamente ese nombre y que sin embargo sabía que el "Proyecto Manhattan" fue aquél que desarrolló las bombas nucleares que arrasaron Hiroshima y Nagasaki como colofón a la Segunda Guerra Mundial. Una película que tiene el nombre de una persona se debe basar, necesariamente, en su vida y obra. Pues bien, aunque su obra es por lo que será recordado este científico norteamericano, mi sensación, tras ver la película, es que se nos pretende mostrar su vida, su forma de pensar, sus inquietudes, sus miedos y fantasmas, e incluso sus anhelos.

Estamos hablando del hombre que fue portada de Time con el titular "El padre de la bomba atómica", y la película nos muestra la génesis del Proyecto Manhattan (que salvo equivocacion por mi parte apenas se nombra una vez en todo el filme), su desarrollo y consecuencias en la historia de la Humanidad y sin embargo, desde mi punto de vista, realza la psique del protagonista. Porque la ciencia y la ética pueden ir cogidas de la mano o no, y porque se puede interpretar sobre lo que es éticamente correcto en el desarrollo científico o no, y esa será una cuestión muy subjetiva. Cuando estamos hablando del desarrollo de un arma capaz de aniquilar en unos segundos a 80.000 personas y a mas del doble en los días siguientes, por sus efectos, es lógico y normal que en algún momento alguien se pregunte si se está haciendo bien, si es lo correcto. Yo no se hasta que punto la preocupación de Oppenheimer, tal y como se nos muestra en la película, es real o es impostada... si simplemente trata de justificarse apelando a un beneficio mayor para la Humanidad, cual es, no el fin de la Segunda Gran Guerra, sino la demostración de fuerza capaz de disuadir a los gobiernos de que sigan tirándose pedradas.

Me hacía mi sobrino una observación al salir de ver la película, cual era que para él las escenas en blanco y negro son las que narran los hechos de manera objetiva, mientras que las escenas a color nos mostraban el prisma subjetivo del protagonista. Me gustaría volver a ver la peli para fijarme en ese detalle, pero aqui lo dejo, por si algun lector quiere verificarlo y comparte o no su opinión.

Pese a las más de tres horas de metraje (yo habría hecho algun recorte) la película mantiene el ritmo en todo momento, apenas deja respirar, ni siquiera en sus muchas escenas de diálogos técnicos, siendo hasta pedagógica. Y no, mis queridos lectores, no se trata de una película de tribunales, porque supuestamente no hay un juicio, y sin embargo, vista la peli, nos damos cuenta de que el juicio es continuo, y que existe un acusado (Oppenheimer) un abogado defensor, un fiscal, unos testigos, una prueba documental y un tribunal. ¿He dicho que no es una pelicula de juicios? Lo retiro señoria, que no conste en acta.

Me ha encantado el acompañamiento sonoro, no solo el musical, y los solos de piano, sino los efectos de sonido. Ya lo dije en la anterior cinta de Nolan, "Tenet", cómo era capaz este director de hacer música con ciertos sonidos que parecen poco melódicos. Lo ha vuelto a hacer, sobretodo en los momentos de más tensión de la peícula. 

Y no quiero olvidarme de Cillian Murphy, el actor que da vida al protagonista, quien, sin conocer yo a la persona a la que encarna, considero que hace un magnífico papel, mostrando mucho con su expresión corporal, con su mirada y con sus silencios.

Recomendable película, que sin ser una obra maestra de todos los tiempos es necesaria y contribuye a que le demos un par de vueltas a eso que no está de más conocer, como es la Historia, y seamos además conscientes de cómo ésta se ha escrito y cómo podría haber variado.. apretando o no un fulano un botón.

Trailer: 



domingo, 18 de junio de 2023

ASTEROID CITY


Me ha gustado la última cinta de Wes Anderson. Sin ser mi director de cine favorito, es un realizador que me gusta, proveyéndonos siempre de productos originales y bien facturados. Asteroid City no es una excepción.
Teatro dentro del cine y unas situaciones surrealistas hacen conjunción en esta cinta repletísima de primeras espadas de la actuación (Tom Hanks, Willhem Dafoe, Scarlett Johansson, Edward Norton, Margot Robbie, Adrien Brody, Tilda Swinton... varios Oscars hay entre todos ellos), demasiadas para mi gusto, pero claro, como acabo de decir, se trata de teatro dentro del cine, farándula al cuadrado por tanto, por lo que se permite la licencia de este “abuso actoral”, si se me permite la expresión.
Cuando una serie de estrafalarias familias se dan cita en una aldea en medio del desierto con un cráter de más de 3000 años de antigüedad para repartir unos extraños premios científicos a frikis estudiantes de secundaria solo pueden pasar cosas esperpénticas... que es justo lo que ocurre aquí. Vamos discurriendo entre escenas de cada acto de la obra teatral, con su conveniente separación, y se van desarrollando una pequeña suerte de subtramas que harán conjunción la noche de entrega de los premios, donde ocurre algo singular, en la línea de los acontecimientos.
Me han gustado mucho los personajes y los actores que los interpretan. En la gran mayoría de las ocasiones puede parecer que actúan de manera forzada o exagerada pero... ¡es teatro dentro del cine!, lo he dicho ya tres veces. La fotografia, con esos colores pastel, como apagados y deliberadamente llamativos como parte del atrezzo, es de lo más original y sugerente.
No hace muchos años yo media si me había gustado muchísimo una peli o no en el hecho de que pensara en comprármela cuando saliera el dvd... No sería este el caso, pero me alegro de haberla visto, habiéndolo hecho además en un pase en absoluta exclusiva para mi solito, el día de su estreno en España, y en su primera sesión, cosa que me dejó, eso si, tremendamente preocupado. No se cuánto aguantará la industria. Dios salve las subvenciones a las salas de cine.
Trailer:



sábado, 3 de junio de 2023

LAS OCHO MONTAÑAS

No sabría decir si “Las ocho montañas” es una película que se centra en la relación del ser humano con la naturaleza o en la historia de amistad de dos personas criadas en ambientes muy distintos: el profundamente rural y el peligrosamente urbanita. Y aunque aparentemente la cinta gira sobre lo segundo, la relación entre Bruno y Pietro, mi impresión es que nos quiere transmitir lo primero: el ser humano y su entorno natural. 

Esta película me ha trasladado, aunque fuera tangencialmente, a algunos momentos escondidos en algún rincón de mi memoria: las amistades infantiles y juveniles, la vida en un entorno natural, los veranos desprovistos de manera absoluta de preocupaciones, los retos, las ausencias... Y en ese último apartado surge la figura paterna, esa que en este caso marca claramente el desarrollo personal de Pietro, sin que lleguemos a entender, yo al menos no lo entiendo, el motivo del distanciamiento, sobretodo intelectual, entre padre e hijo. Con Bruno ocurre algo similar, sin embargo entendemos perfectamente el motivo por el que rompe con su progenitor. 

Bajando al barro hay que decir que sobrevuela durante casi toda la cinta un aroma a “Brokeback mountain” que quita el sentido... y no seré yo el que descubra si al final la relación entre los protagonistas va más allá de la amistad o no, si bien sería una banalidad centrarse en eso cuando lo que entiendo que se nos quiere transmitir es la relación del ser humano en sí (dando igual su sexo, parentesco, etc) con la naturaleza, poniendo de manifiesto la paradoja que conlleva hacer esa distinción, como si ser humano y naturaleza fueran cosas distintas, susceptibles de ser "mezcladas". 

La película mantiene cierto tono melancólico que sin embargo es muy bello. Uno desea por momentos, como pasaba un poco al ver “As bestas”, dejarlo todo e irse a la montaña y vivir en armonía con lo que nos rodea, y surge el pensamiento de que “así deberían ser las cosas” y que si comparamos estos ambientes rurales y de montaña con los de las ciudades comenzamos a toser, asqueados, ahogándonos en una atmósfera repleta de malos humos, en todos los sentidos, y estrés. 

No he podido evitar acordarme de Chris McCandless y la peli de Sean Penn “Hacia rutas salvajes”, otro ejemplo maravilloso, aunque trágico, de búsqueda del ser humano de su integración en algo que nunca debió dejar de ser parte de él, la madre naturaleza. 

Fotográficamente bella y cautivadora película que no dejará indiferente a quien se atreva a verla durante sus 147 maravillosamente pausados minutos. 

Trailer:


 

lunes, 6 de marzo de 2023

LOS FABELMAN

Tenia muchas ganas de ver esta pelicula. Apenas habia escuchado nada de ella pero habia visto el trailer y se trataba de una peli de Spielberg contando algo así como su infancia y cómo se fraguó la figura de uno de los directores de cine más trascendentes de las ultimas cuatro décadas, por lo que no podía dejar de verla. 

Y no puedo decir que me haya decepcionado, en absoluto, pero quedó un pelín por debajo de mis expectativas, que eran muy altas. 

La cinta de Spielberg está muy bien. Dos horas y media que pasan en un suspiro. Se centra en dos cuestiones básicas: cómo surge el amor por el cine por parte del protagonista, por un lado, y cómo se desarrollan las relaciones familiares de éste, por el otro. Lo primero es pura magia, está tratado con entusiasmo, transmite la ilusión del chaval que, inquieto, queda impactado en una sala de cine tras ver cierta escena de acción y no cesa hasta reproducirla y tratar de, desde su infantil punto de vista, mejorarla. Seguimos la evolución de un niño judio, que pasa a ser un adolescente donde su principal y singular atractivo es su capacidad de movilizar a la gente, familia, amigos y compañeros de curso, para hacer pequeñas películas de todo tipo. La segunda cuestión en que centra su atención esta película son las relaciones familiares del protagonista y los suyos. Crudeza y ternura para ver como una familia judia obligada a mudarse cada dos por tres debido a la promoción laboral del padre de la familia se enfrenta a las habituales burlas antisemitas demostrando a la vez un talento innato, objeto de las más oscuras envidias. 

Y en estas relaciones familiares aparece como eje central la figura de la madre, esa madre que va a marcar no solo la infancia del que luego se convertirá en aclamado realizador ("la culpa es una emoción inútil", como diría ella), sino la de toda la familia. Un papel maravilloso el interpretado por Michelle Williams. Una madre que aunque sigue a su esposo allá donde va, es el centro de la familia, el ser más débil y fuerte a la vez, sensible, entusiasta y aparentemente insensato de todos los que componen la unidad familiar. Y son muchos. Y Sammy, que es como se llama nuestro joven protagonista y alter ego del director de la cinta, utiliza su objetivo no solo para inventar historias fantásticas de asaltos en el oeste, fiestas veraniegas, momias o accidentes de trenes sino para plasmar con ella la cotidianidad de su dia a dia en familia, siendo testigo, a veces demasiado indiscreto, de lo que ocurre en casa de los Fabelman. 

Queda un regusto agradable al terminar la proyección, lo que unido a las interpretaciones (¡maldita sea que no haya apenas salas en versión original subtitulada!) hacen del visionado de esta película una actividad de lo más recomendable, sobretodo con los Oscars a la vuelta de la esquina.

Trailer:

 

miércoles, 1 de marzo de 2023

LA BALLENA

El otro dia me metí en el cine sin comerlo ni beberlo, solo porque pasaba por ahi y me venía genial la hora y el sitio, y porque me apetecía mucho ver esta pelicula, pero ciertamente no sabía qué me iba a encontrar. Brendan Fraser haciendo de un señor homosexual con una obesidad mórbida de esas espectaculares era el principal reclamo, y a su vez podía crear ciertas reticencias, que todos nos acordamos de George de la jungla... 

Charlie (Fraser) es un hombre de mediana edad, con esa impactante enfermedad que deriva en otras muchas. Vive solo, desde que murió su novio, lo que derivó en una crisis personal que le llevó a engordar de manera brutal hasta convertirlo en la ballena del titulo (¿o la ballena realmente es Moby Dick y van por otro lado los tiros?; bueno, lo dejo a gusto del consumidor que lo quiera descubrir). Charlie comienza a verse con su hija, una adolescente de 16 años que es, en apariencia, la viva encarnación de Lucifer; odia a su padre y a todo ser vivo que le rodee y está dispuesta a no dejar títere con cabeza allá por donde va. No perdona a su padre el haberlas abandonado, a su madre y a ella, cuando tenia ocho añitos y lo necesitaba como nada en este mundo. Y ahí comienza una espiral de reproches que tienen como respuesta a un aparentemente indolente, conformista y optimista padre, que piensa que tiene la última oportunidad de recuperar a su hija antes de abandonar este mundo. Su cuñada/enfermera, un extraño predicador y su ex mujer y madre de ese pequeño demonio, son los demás personajes, que giran entorno a la particular vida de Charlie. 

Quizas con estos mimbres se puede decir que la interpretación de Fraser es muy buena, tiene que serlo para que te la creas, y yo me la creo. No tanto a su hija, la verdad. 

Pensaba al ver esta peli que podía ser perfectamente una obra de teatro, dado que solo aparecían cinco personajes y la acción se desarrollaba en el interior de la casa del proganista. 

Una vez vistos los créditos y tras comprobar además que estaba dirigida por Darren Aronofsky ("El luchador" o "Cisne negro"), cosa que ignoraba, vi que estaba basada en una obra de teatro, lo cual era del todo lógico. 

Disfruté de esta cinta por momentos terrible, angustiosa, melancólica, tierna, deprimente o esperanzadora, extraño cóctel. En cualquier caso recomiendo ir a verla.
 
Trailer: 

 

domingo, 22 de enero de 2023

BABYLON

“Babylon” es una muestra más de esa expresión a veces tan manida de “cine dentro del cine”, pero que define a la perfección el contexto de lo que nos vamos a encontrar cuando vamos a ver esta peli, y a mi me sigue pareciendo mágico. 

Nos encontramos en California, en los años 20, los años dorados del cine mudo, y una época donde ya las estrellas del celuloide eran mundialmente conocidas. Esta película muestra una vez más la “magia” del sueño americano, donde un inmigrante mejicano por un lado y una chica sin oficio ni beneficio por otro, surgen de la nada y por cosas del destino van escalando laboral y ¿socialmente? (esto último podría abrir un debate) de manera fulgurante. Y se nos muestra un contexto que, lejos de lo que a veces podríamos pensar, nos acerca a una sociedad desinhibida, con unas ganas de marcha y cachondeo que difícilmente nos podría hacer pensar que nuestros abuelos (versión americana) pudieran estar metidos en semejantes saraos, donde el exceso, el derroche y la perversión eran la norma. Las juergas de “El lobo de Wall Street” quedan en una anécdota al lado de como se lo montaba el personal en lo que sería el Hollywood de la primera mitad del siglo pasado. 

Y ayuda de manera brutal a meternos de lleno en la trama y en esa forma de vivir la vida el montaje de la cinta, ritmazo frenético en ciertos momentos y en su justa cadencia en otros. Porque la película va subiendo y bajando, en cada una de sus fases, y a la par de las necesidades que impone el guión. Como suben y bajan unas estrellas de un arte, que como dice uno de los personajes “no es un arte menor”, que de repente ven como la llegada del sonoro convierte su gloria en la nada. Como si el cine mudo y el cine sonoro fueran cosas distintas, fueran artes distintos... y lo eran, y ciertamente, salvo excepciones, unos no tenían cabida en otros. 

El personaje protagonizado por Brad Pitt da buena cuenta de ello. Margot Robbie, que interpreta a la locuela Nelly Le Roi, está tremenda, interpretativamente hablando, bueno, y de lo otro también, pero lo cierto es que no sobra en ningún momento ni te hartas de ella. Yo no podía evitar recordar al personaje interpretado por Sharon Stone en “Casino” de Scorsese, y vista entera la película me reafirmo en ello, de cabo a rabo. 

Esta peli es un homenaje al séptimo arte, de forma implícita en múltiples referencias, la más clara o llamativa para mi la de “Cinema Paradiso” con la escena en el cine entre lágrimas, pero sobretodo de forma explícita cuando vemos un montaje con películas encadenadas que van desde “La llegada del tren a la estación de La Ciotat” de los hermanos Lumiere hasta la propia Avatar, estrenada en cines hace pocas semanas. Quizas este homenaje para mí sobraba, porque parece un anexo más que una parte, llena de un lógico anacronismo, de la película que estamos viendo. 

De todos modos se nota que Damien Chazelle, el director de la cinta, es un apasionado de su trabajo y del cine en todos sus aspectos. Tres horas y diez minutos de película, que a mi no se me hicieron largos... y seguro que habrá cortado cositas, cuando homenajeas hay veces que todo te parece poco. 

En definitiva, una gran película, muy recomendable, que deja un sabor de boca magnífico al que va a verla, pensando si tal vez ha visto algo que con el tiempo terminará siendo todo un clásico. Yo apuesto por ello. 

Trailer: