jueves, 12 de noviembre de 2015

TRUMAN

No es un peliculón. No lo es, y sin embargo podía haber sido algo grande. Realmente fui al cine sin saber qué era lo que iba a ver, pero pensé, por el cartel de la película, que sería algo así como una comedia ligera. De lo contrario no habría recomendado a mi mujer que la viera conmigo, a ella no le gustan las películas con temática triste. Y esta lo es. Para quien no lo sepa el argumento es sencillo: un hombre, interpretado por Ricardo Darín, sufre un cáncer en fase final, y no quiere seguir luchando, lo ha decidido así y se lo ha transmitido a algunos de sus seres más cercanos. Su amigo íntimo, ese cuyo carácter es  en apariencia diametralmente opuesto a él, viaja desde Canadá a España para estar con él cuatro días. Probablemente para tratar de convencerle de que no tome esa actitud, de que recapacite.

Con estos mimbres y con esa gran pareja de actores el director y guionista, Cesc Gay, podía haber hecho mucho más. Muchísimo más. Para mí era inevitable recordar la magnífica, la enorme cinta de Adolfo Aristarain "Martin (Hache)", y sin embargo "Truman", pese a sus similitudes incluso argumentales, queda muy lejos de la obra protagonizada por Federico Luppi.

Los actores, con todo lo que da de si el guión, están muy bien; el papel de Darín es más agradecido que el de Javier Cámara, pero ambos están muy bien. Apetece escucharles, que hablen y hablen sin parar. Hay un momento del filme, que obviamente no voy a desvelar, donde Cámara rompe con toda su sobriedad, y de la forma en que lo hace le expresa a su amigo, sin éste saberlo, la rabia y la pena que siente ante una situación como la que vive. Porque por mucho que trate y consiga entender las motivaciones de su amigo, lo cierto es que sabe que se volverá a casa y no lo verá nunca más.

Una película que trata de los sentimientos, de lo que no se dice y se siente y de lo que se dice y no se siente, del amor entre padres e hijos, de la amistad, del sentido de la vida.

¿Y quien es Truman? Truman es el perro del protagonista, el que aparece en muchas partes del metraje, el que pensamos que puede ser la piedra angular de la cinta.... Truman es una excusa me temo, alguien a quien utiliza el director, ahí con maestría, para intentar despistar al espectador.

Película correcta en definitiva, que probablemente no formará parte de muchas videotecas pero que siempre será, pese al delicado tema sobre el que trata, agradable de ver.

Trailer: