sábado, 16 de diciembre de 2017

STAR WARS. EPISODIO VIII. LOS ULTIMOS JEDI.


Esta reseña me temo que va a ser muy corta.

DECEPCION. Esa es la sensación al terminar de ver la película. Y bueno, más que al terminarla, al ir viéndola, porque al final remonta un poco, desde mi punto de vista.

Decía hace dos años que a un fiel seguidor de la saga con poco que le dieras estaría agradecido, y que el Episodio VII daba mucho... no puedo decir lo mismo del Episodio VIII. Y es que, realmente, no tiene ni chicha ni limoná... no me entero bien de hacia donde va... de si simplemente es una parada en el camino para el desarrollo del fin de la saga o qué... No tiene el peso, ni de lejos, que tuvo "El imperio contraataca", de la primera trilogía... pese a los intentos, en vano desde mi punto de vista, de imitar a la misma (recordemos los paisajes helados y algunos artilugios mecánicos), pero es que, he de reconocer, me ha tocado las narices desde el minuto 1 el tono humorístico de la cinta. Más cerca de "Spaceballs" (la parodia de Mel Brooks) o de "Aterriza como puedas" que de las acostumbradas pinceladas humorísticas a cargo de los droides o personajes como Han Solo. Y digo minuto 1 porque el Episodio VII acaba con el encuentro entre Rey y Luke, muy solemne, en lo alto de la montaña, y el VIII comienza prácticamente con la continuación de dicha secuencia, y es patética. Parodia infantiloide por momentos, ¿tendrá algo que ver Disney en esto?

No sé, como digo, hacia donde va esa película... a mostrar la búsqueda del eterno equilibrio entre el bien y el mal o yo que sé... Me dormí dos segundos en un momento dado, con eso lo digo todo.

No me ha gustado el aparente mayor uso de técnicas digitales en este episodio que en el anterior. Las criaturas nuevas son de gama baja, y los pajarracos/hamsters esos que ponen ojitos son de lo más lamentablemente tierno que hemos visto desde algunos ewoks de "El Retorno del Jedi"...

Creo, además, que Carrie Fisher (QEPD) y Mark Hamill no van a ser nominados a los Oscar por sus "colosales" interpretaciones. 

Sin querer destripar, no lo hago, hay una escena, una, que para mi se queda en el recuerdo, que me lleva a la escena final de El Padrino III, cuando Michael Corleone sostiene en brazos a su hija, a la que acaban de disparar, y grita desesperadamente en un silencio más desgarrador que lo que podría ser el grito en sí... supongo que quienes hayan visto ambas cintas sabrán a qué escenas me refiero, en el caso de ésta a una batalla entre grandes naves. 

Creo que la decepción que me llevo tras el visionado de la peli al menos será el preludio para que dentro de dos años vaya al cine con pocas expectativas y me quede, finalmente, con un buen sabor de boca de la saga.


TRAILER:


    

martes, 24 de octubre de 2017

BLADE RUNNER 2049




Aviso a navegantes: esta crónica carece absolutamente de interés crítico-cinematográfico... bueno, como casi todas las anteriores.... Pero lo cierto es que fui a ver esta peli la semana pasada y me encantó. Aquí podría acabar, diciendo que me gustó mucho y que recomiendo ir a verla, pero yo soy de enrollarme, así que al menos daré un par de apuntes de las cositas que más me gustaron.

Hay que partir del hecho que Blade Runner, la original, es una película que me gusta mucho. Y es curioso porque yo vi esa peli en el año 1994, en una cinta VHS de pésima calidad, tomada prestada de la biblioteca de la Base Aerea de Morón, donde cumplía con mis obligaciones para con mi patria. La calidad de la cinta, como digo, era detestable y eso influyó en que me quedara en un "ni fu ni fa". Años después me hice con una magnífica edición especial en DVD y empecé a disfrutar de la cinta como era debido.

La película original de Riddley Scott nos dejaba con la incógnita de si Deckard (Harrison Ford) era o no un replicante, uno similar a los que él mismo tenia que dar caza. El montaje final que se hizo años más tarde no deja, para mi, lugar a dudas de la respuesta (que no daré, en todo caso). En este film nos encontramos a otro blade runner, encarnado por Ryan Gosling, que tiene una evolución inversa a la de Deckard, a mi modo de ver. Es cláramente un replicante pero a lo largo del filme nos embargan las dudas sobre ello. El caballo de madera de hoy nos lleva al unicornio de la cinta original, y queremos hacer paralelismos. Cada cual que llegue a sus conclusiones, yo me reservo la mia.

Me gustó mucho la peli porque me hacía sentir que estaba viendo realmente una secuela de la original, pero sin solución de continuidad. Y crear un ambiente particular más de 30 años después de la cinta inicial no es fácil; lo fácil es caer en la utilización de efectos y técnicas cinematográficas actuales, con salvedades. Sin embargo pensaba que de haber visto BD en los 80 en un cine mis sensaciones habrían sido justo las que estaba viviendo en ese momento.

La trama, la fotografia, las maquetas, la direccion artistica, ¡la música!.. ¡todo!, todo me llevaba a la película anterior, haciendome disfrutar de ambas en una especie de maravilloso vals anacrónicamente acompasado.

En definitiva, de esas pelis que uno sabe que cuando salgan a la venta tendrán un hueco en la estanteria de casa.

Tariler:


domingo, 8 de enero de 2017

SILENCIO


Una obra maestra. Se suponía que iba al cine a ver una obra maestra, pero me temo que quien sentenció que la ultima cinta de Scorsese lo era estaba en nómina de la productora. La película no me disgustó, pero pese a que alguno me tache de sacrílego creo que nos encontramos ante una obra menor de este genio. 

El argumento, de manera básica: Siglo XVII, dos monjes jesuitas portugueses viajan a Japón en busca de otro misionero del que dicen que apostató por salvar su vida y que vive como un monje japonés renegando del cristianismo. En su búsqueda estos dos monjes viven en sus carnes la persecución de los cristianos en Japón, poniéndose a prueba su fe y de la del resto de fieles con los que se van cruzando.

Esperaba algo más de Scorsese en esta cinta, la verdad. Tenía unos ingredientes magníficos para hacer algo grande pero creo que de entrada el guión flaquea. Creo que se pierde en vericuetos de misticismo que no hacen sino repetir la misma idea, que nos ha quedado clara ya a mitad de película, y pienso que se olvida de algo básico, y es mostrarnos de manera neutra, el punto de vista de los japoneses en esta cuestión. Nos presentan al gobernador/inquisidor como una especie de Torquemada, sádico y odioso, y solo nos dan unas pinceladas de las motivaciones de éste. Insuficiente en esta parte.

Pienso en qué habría hecho Terrence Mallick con estos mimbres y no se si lamentarme o echarme a temblar, si estaríamos ante una verdadera obra maestra o ante una pieza de un tedio irresistible.

La película la vi doblada, para variar por estos lares, pero aún así me atrevo a decir que sin estar mal la pareja protagonista hay algo en el joven Andrew Gardfield que no me termina de llegar; no se si es su expresión corporal, su aspecto físico algo anacrónico con la época o qué, pero no me lo termino de creer. 

Hay paisajes bellísimos, y sin embargo creo que Scorsese deja pasar la oportunidad de ofrecernos planos que nos deleiten de los mismos. Demasiados plano/contraplano para mi gusto que no hacen además que la cinta, de más de dos horas y media, gane en dinamismo. Tampoco lo requiere una película de estas características. 

Creo que voy a buscar un hueco para ver de nuevo "El lobo de Wall Street" y volver a reconciliarme con uno de los más grandes directores, no solo de la actualidad, sino de la historia del cine.

Trailer: