sábado, 21 de enero de 2012

LOS DESCENDIENTES



Que gran problema es eso de las "expectativas". Uno escucha hablar de una cinta, decir que ha sido la triunfadora de los globos de oro (realmente se llevó solo dos, aunque de peso) que George Clooney borda el papel de su vida, etc... y claro si la peli no es genial pues a uno se le queda cara de tonto al salir. Y el trailer además es engañoso porque nos vende eso que los cursis han querido llamar una "dramedia", es decir una comedia dramática o un drama cómico, yo que sé, y lo cierto es que es un dramón. Me lo decía Baraka ayer "yo para ver un dramón me quedo en mi casa, que ya tengo suficientes dramas en el despacho", y es verdad, es eso, un dramón, con sus pinceladas y guiños cómicos (que gran papel en ese sentido el a priori insustancial de Sid, el amigo idiota y fumeta de la hija mayor) pero una película dramática a más no poder. Y el drama no se centra en el hecho de que una madre de familia haya tenido un accidente nautico y vaya a morir en breve dejando a una familia desestructurada y a la deriva, sino que se centra en el descubrimiento de la infidelidad de la moribunda por parte de su esposo, su poco atento esposo y apático padre centrado en su exitoso trabajo. Es curioso ver como reacciona el protagonista, y la delgada linea que separa el amor del odio, y como fluctuan los sentimientos a uno u otro lado de esa linea de manera continua, porque al protagonista le acaban de decir que su esposa no puede sobrevivir sino como un vegetal y siendo su voluntad (plasmada en testamento vital) no seguir en ese estado va a ser "desconectada" y por tanto va a morir en breve y lo que más le afecta es el hecho, dramático por supuesto, de saber que su mujer tenía un amante y no tanto el que vaya a morir. Y ahí aparece la figura del abuelo materno, ese que siempre va a tratar a su hija como su niña pequeña. Yo no soy de llorar viendo películas pero he de reconocer que ver a ese padre pasando la mano por la cara de su inmaculada hija y despidiendose de ella me llegó al alma y me dejó partido en dos. Hay películas que yo no puedo ver a priori y son solo esas en las que se tratan enfermedades de niños. Eso me ocurre desde que soy padre, claro. Y es que cuando uno es padre no puede evitar sentirse emocionado al ver a alguien, un heptagenario en este caso, despedirse para siempre de su hija.

Clooney está bien, pero es Clooney y no sé por qué pero no termino de creérmelo del todo en su rol. Sin embargo me ha encantado el papel de la hija mayor, y su interpretación. Transmite mucho solo con la mirada.

Hemos ido a ver la peli con nuestros amigos Andres y Mª José, y me decía Andrés algo parecido a lo que ya me habían dicho la noche antes, "con lo bien que se está viendo una comedia y echando unas risas, y no hay que pasar este mal rato"; yo no suelo ser de esa opinión, pero hoy le tengo que dar la razón. Sé que mañana me alegraré de haberla visto porque pese a que no es la obra maestra esperada, sí que es una película aceptable, hecha con gusto y aunque es previsible en ocasiones, también te mantiene atento durante las casi dos horas que dura.

En definitiva, recomendable, aunque como he dicho en otras ocasiones, no pasa nada si uno en lugar de ir al cine a verla se la alquila y la ve tranquilamente en su casa.... donde se pueda levantar todas las veces que haga falta para ir a por el pañuelo de los mocos...

Trailer: http://www.youtube.com/watch?v=VJyBrlotrUk

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