viernes, 11 de octubre de 2019

JOKER


No se si llego tarde ya para comentar esta película, pues se está hablando mucho de ella, pese a llevar una semana estrenada. La vi el domingo pasado y tengo ganas de introducirme en esos debates que se están generando: que si es muy oscura, que si no es una película de superhéroes y ni siquiera de villanos de cómic, que si es un retrato de la sociedad actual o un reflejo de un futuro distopico a corto plazo....


A mi la película me ha gustado, y mucho. Decir que todo el peso de la cinta recae sobre un descomunal Joaquin Phoenix imagino que no será decir nada nuevo, pero es que es así... no hay apenas lugar para los personajes secundarios, no al menos para los que no estén solo en la cabeza de este enfermo mental. ¿Podríamos imaginarnos empatizando con un asesino demente como Joker? Si pensamos en el personaje interpretado por Jack Nicholson en la peli de Tim Burton podríamos tal vez contestar que sí, por su vis histriónica, pero parte de la grandeza de la película de Todd Phillips estriba precisamente en que nos pongamos en el pellejo del protagonista y aunque no justifiquemos sus crímenes (¿o si lo hacemos?) sí que dulcificamos sus acciones.


No he leído aún nada pero creo que el hecho de que Robert De Niro aparezca en la película es algo más que un guiño a dos obras de Scorsese en las que este actorazo pone cara a dos enfermos mentales: Taxi Driver y El rey de la comedia. No me atrevería a decir que voy a destripar nada de la película con lo que voy a comentar a continuación, pero avisados quedan: considero que en la escena donde aparece por primera vez Arthur Fleck en la grabación del late show y es protagonista inesperado del mismo, simplemente eso no está ocurriendo, solo está en la cabeza del protagonista, ese guiño directo a El Rey de la Comedia, escena en la que se nos muestra el desequilibrio mental de Arthur, como se hace y se desarrolla a lo largo de la cinta. Phoenix es De Niro en Taxi Driver, pero cada uno de los personajes que ambos interpretan “justifican” sus psicopáticas conductas de forma diferente o en orígenes diferentes. Pero la exclusión social, por diferentes motivos, es su nexo de unión.


Hay una escena en la película brutal, clamorosa, épica, y que considero que es un punto de inflexión en el film, y es la escena del metro y los tres yuppies. Demoledora y brillantemente rodada y sobretodo montada. 


La banda sonora es todo un espectáculo, recuperando algunos clásicos de los 60 y 70 absolutamente recomendables.

De la peli no se, en definitiva, si quedarme con la evolución de un enfermo que revoluciona a la sociedad o la evolución de una sociedad enferma que toma como excusa a su antihéroe particular para terminar reventando, pero ambas caras de la moneda se complementan, así que me quedo con ambas, con eso y con las ganas de ver pronto la película de nuevo en versión original y esperar al mes de febrero para escuchar eso de “and the Oscar goes to....”, o no.

Trailer: 




No hay comentarios: