martes, 17 de febrero de 2009

SLUMDOG MILLONAIRE

Cuando estas deseando ver una película y de un modo u otro tienes grandes expectativas en ella es posible que el resultado final, una vez vista, no sea aquél que esperabas.

Esto me ha ocurrido con Slumdog Millonaire. Con ello no quiero decir que esté decepcionado con el filme de Boyle, ni mucho menos, pues como comentaré me parece una gran película, pero sí que probablemente lo mejor, en todos los sentidos, antes de ver una película es no saber nada de ella. Ello es obviamente muy dificil, entre otras cosas porque nosotros mismos somos los que buscamos información de una o de otra manera.

Pues bien, se acercan los Oscars y no quería dejar pasar la oportunidad de ver esta película tan esperada por todos y tan aclamada por crítica y público. Como digo, mi sensación en el cine fue el pensar que lo que estaba viendo me gustaba, pero que sin embargo no llegaba a lo más profundo de mi ser, como ocurre con lo que yo llamo "los grandes peliculones". Posiblemente poca gente compartirá mis gustos cinéfilos y disentirá de lo que yo denomino "un peliculón", pero bueno ya se sabe que ocurre cuando de gustos hablamos.
No me voy a meter en el argumento ni voy a destripar nada (he tomado nota de los comenatrios a mi anterior entrada, claro...) pero solo diré que, de entrada, pensar que una película gira alrededor de un concurso como el 50 x 15 suena casi a cachondeo. Uno se imagina a Carlos Sobera levantando la ceja y diciéndole al protagonista: "Jamal, ¿entonces eliges la opción C, estás seguro?" a la vez que imita sin pudor a una bailarina haciendo la danza del vientre... pero claro, no se trata de eso. El concurso es la excusa y toda la originalidad de la película radica en la relación de las preguntas del concurso con la vida de Jamal. Porque esta película es, ante todo, una historia de amor. Uno de esos amores que suenan a cuento, que uno no se lo cree pero que tan bien dan en pantalla.
Me ocurrió con esta película algo similar a lo que me pasó con Benjamin Button, tal y como la iba viendo no hacía más que asociarla con otra película, en este caso con la grandísima "Ciudad de Dios". Las similitudes son varias, aunque esta vez no haré una comparativa, como la semana pasada, tranquilidad en las masas. Pero esa similitud hace perder originalidad a la propuesta de Danny Boyle (originalidad que se sustenta, en todo caso, como ya he dicho, en la relación entre las preguntas del concurso y las experiencias del protagonista, no digo más).

Los personajes son un elemento secundario en esta película. Bueno, más bien diré las interpretaciones, puesto que al narrar la vida de Jamal y quienes le rodean desde pequeño hay hasta tres intérpretes por personaje. La intepretación del Jamal adulto, el del concurso, me gusta, pero a veces me desconcierta. Latika, la chica de la película es tan bella como inexpresiva (si hay un gesto que queda en la memoria es el de ésta en un plano picado que aperece en el trailer, pero poco más). Eso sí Salim, el hermano del protagonista, es uno de los villanos mas mamonazos de la historia del cine, con una salvedad que desgraciadamente no puedo desvelar.. cachis!.
La música es, sin embargo, un elemento importantisimo en el film; su unión al montaje de la peli hacen que esta tenga un ritmo trepidante. Destaca para muchos el final de la película, los créditos, donde vemos a ciertas personas haciendo una coreografía bollywoodiense. Todavía no se si es un homenaje o una parodia, realmente (¡hey pita pita, hey!).

Eso sí, esta es de aquellas películas que tras el principal "chasco" por las expectativas creadas te va dejando un regustito muy bueno que, tal y como pasan los días, hace que la sientas de otra manera, que te guste más.

Dijeron ayer en la radio que esta película estuvo a punto de no tener distribución y pasar directamente a DVD, lo cual hubiera sido una lástima; ello me hace reflexionar sobre la gran cantidad de buenisimas películas que nos perdemos por el desafortunado ojo de algunos empresarios...

De estas dos películas, Benjamin Button y Slumdog Millonaire me quedo decididamente por la segunda a la hora de premiarla con el Oscar (las otras tres no las he visto), pero desde mi punto de vista la primera es la que probablemente tenga más posibilidades... espero equivocarme.
Por cierto, 20 millones de rupias son poco más de 316.000 €... que decepción!


2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Sergio, me alegra verte escribiendo sobre cine. Tomo nota de tus reseñas. Aún no vi ninguna de las dos películas pero me parece interesante la comparación que haces de ambas con Forrest Gump y con Ciudad de Dios (respectivamente). Te sigo la pista, Mr Bad Guy.

MR BAD GUY dijo...

Gracias Luis. Mi blog debería ser no apto para profesionales de la escritura como tú, menuda vergüenza (bueno, como realmente no tengo mucha seguiré publicando mis pequeños comentarios). Saludos.